El estudio de localización tiene como objetivo seleccionar la ubicación más conveniente para el proyecto. Se realiza mediante la comparación entre diferentes alternativas, a través del análisis de diversas variables o fuerzas locacionales que permita establecer el sitio que ofrece los máximos beneficios o los menores costos.
La definición de la localización más adecuada es de gran importancia para el proyecto y tiene implicaciones a largo plazo ya que deberán efectuarse inversiones en obras físicas, equipos e instalaciones, que una vez hechas serán de difícil y costosa reubicación.
Las fuerzas o factores locacionales son aquellos elementos que influyen de alguna manera en la localización del proyecto. Sirven como parámetros básicos para la toma de decisiones, al analizar sus efectos positivos o restrictivos.
Existen proyectos que por su naturaleza y por razones de tipo técnico y económico, presentan tendencias hacia una localización determinada, ya sea hacia los insumos, el mercado, una ubicación intermedia, o que esté atada por condicionantes tecnológicos.
La tendencia hacia los insumos la presentan aquellos proyectos de transformación en que el costo de transporte de las materias primas es más alto que el del producto terminado. También se da cuando los insumos son muy perecibles o cuando presentan grandes mermas o pérdidas. Por ejemplo; para el primer caso, esta la construcción de una siderúrgica, donde es más barato transportar el metal obtenido que el carbón y el mineral de hierro, las instalaciones de una planta procesadora de materiales de construcción, etc., en el segundo caso están los proyectos que procesan algunos productos agrícolas como frutas y hortalizas, cuando estos deben transportarse a grandes distancias.
La tendencia hacia el mercado se presenta en la mayor parte de los proyectos. En ellos se da gran importancia a la proximidad de los consumidores o usuarios, a los sistemas de distribución y a la ubicación estratégica de puntos de venta o de atención de acuerdo con la concentración de la población consumidora. Son ejemplos típicos de esta tendencia los proyectos dedicados a la comercialización de bienes y a la prestación de servicios.
Los proyectos de ubicación intermedia, son los que optan por una localización equilibrada entre el origen de la materia prima y el destino de los productos. Generalmente presentan restricciones (legales, ambientales, técnicas, etc.) para localizarse cerca a los consumidores, pero también deben atender a las facilidades de acceso para los insumos. Son ejemplo, los proyectos causantes de efectos nocivos para la salud de los seres vivos, los productores de malos olores, humos, residuos químicos, etc.
Los proyectos de ubicación predefinida o atada a soluciones tecnológicas, la alternativa de localización es única, por tanto no hay posibilidades de selección y el estudio de localización se limita al análisis de las condiciones existentes en la región o área de influencia. Como ejemplo; están la construcción de una represa para una hidroeléctrica, la fundación de un museo en una casa o sitio histórico, etc.
También hay proyectos considerados de localización independiente, por no estar condicionados por ninguna de las anteriores tendencias.
El estudio de localización de un proyecto puede llevar a la conclusión de que existe más de una solución adecuada, sin embargo, se debe optar por aquella que permita obtener el rendimiento más alto para el proyecto.
Este estudio puede realizarse con distintos grados de profundidad. En todos los casos se debe cubrir dos etapas:
1. La selección de una zona general o macrolocalización.
2. La selección de un sitio preciso o terreno particular dentro de la zona general o micro localización definitiva.
Lo anterior implica llevar la acción de lo macro a lo micro, o sea, analizar en primer lugar las regiones, zonas, municipios o áreas geográficas que presentan condiciones para la localización del proyecto y seleccionar aquella que presenta la mayor conveniencia, a esto se le denomina la macrolocalización. Hecho lo anterior se puede proceder a realizar la microlocalización o sea, definir el sitio exacto en el cual se ubicara el proyecto.
2.1 MACROLOCALIZACION
La definición de la macrolocalización del proyecto se inicia con la identificación de varias regiones o zonas que presenten condiciones propicias para la instalación o ubicación del proyecto.
Posteriormente se continúa con la comparación de las alternativas de macrolocalización, a partir de fuerzas locacionales. Estas puede efectuarse comparando regiones dentro del ámbito nacional o zonas dentro de los espacios regionales para definir la opción más adecuada para el proyecto.
La decisión de realizar comparaciones a nivel nacional o regional depende del tamaño y del radio de acción del proyecto. Si este es de dimensiones pequeñas, puede bastar con un macro análisis a nivel regional.
Entre las fuerzas locacionales que generalmente se tienen en cuenta para definir la macrolocalización están:
Debe quedar en claro que no todas las fuerzas locacionales anotadas anteriormente influyen en cada proyecto. Además, el grado de influencia puede variar de un proyecto a otro, incluso en aquellos que se realizan en una misma región. Por lo tanto, se hace necesario realizar un análisis detenido de la naturaleza de cada caso en estudio y de las características del entorno, para identificar las fuerzas que pueden condicionar su localización y la manera en que lo hacen.
Al analizar la situación particular de cada proyecto pueden aparecer fuerzas locacionales de importancia para el mismo, distintas a las señaladas anteriormente, por lo cual deben anotarse de manera concreta, explicando la forma en que ejercen su influencia o condicionamiento. Para facilitar el análisis a nivel macro se comentan a continuación las fuerzas que actúan en buena parte de los proyectos.
La no existencia de algunos de estos servicios básicos implicará elevados costos de inversión adicionales para el proyecto.
El análisis global de fuerzas locacionales como las anteriores deberá permitirle seleccionar entre el conjunto de alternativas posibles, a aquellas que más se adecúen a las características y necesidades de su proyecto.
El empleo de mapas o croquis en los cuales se incluyan las alternativas de localización estudiadas, puede constituirse en una herramienta de valiosa ayuda para complementar la descripción de las situaciones encontradas.
Además de los factores anotados anteriormente, también pueden ser tenidos en cuenta otros como:
ü Condiciones de vida existentes.
ü Posibilidades de utilizar recursos humanos de la región.
ü Salarios imperantes en la región.
ü Instituciones educativas existentes.
ü Incidencia de aspectos religiosos y culturales.
ü Experiencias de empresas similares en la localidad.
ü Estructura de impuestos locales.
ü Actividad económica de la región, presencia de bancos, canales de distribución, etc.
Fuera de estos factores, usted puede incluir todos los demás que sean pertinentes a su proyecto.
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